Hay ideas que juegan al escondite. A ocultarse en el bosque del caos y encerrar bajo llave la pieza que falta para un puzzle que ya casi asoma.

Para esos días están las ideas locas, recursos a pie de página en blanco, ésa donde casi todo vale para el que busca con sinceridad.

1. Abraza a un árbol: “Sometimes a tree can tell you more than can be read on a book”. Carl Jung.  Una vez conocí a un hombre que abrazaba a los árboles. Fue en San Francisco. Ese hombre es uno de los hombres más cuerdos que he conocido en toda mi vida. Me dijo: “Los árboles hablan. Ven, escucha”. Y eso hice. No te voy a contar el final.

2. Prueba a comer zanahorias: Steve Jobs, el hombre que un día afirmó “Stay hungry, stay foolish” lo hizo. Fue después de leer “Diet for a Small Planet” de Frances Moore Lappé. Jobs renunció por completo a la carne y adoptó “dietas extremas que incluían purgas, períodos de ayuno o la ingesta de únicamente uno o dos alimentos, como por ejemplo manzanas y zanahorias, durante semanas enteras”.

Dicen que de tanto comer zanahorias, la tez de Steve se volvió casi tan naranja como una puesta de sol. No está demostrado que su genialidad viniera de ahí, pero oye, todo es probar.

3. Enséñale a tu abuela a jugar a la Play: Si eres capaz de que tu abuela juegue a la Play, eres capaz de todo. En serio. Las abuelas son lo más. Imagínate si encima saben jugar a la Play.

4. Haz experimentos: Como el del danés Simon Hoegsberg. En el año 2009, Hoegsberg comenzó un experimento en las calles de Copenhague llamado “Free Advice + Coffee”. Durante una semana, Hoegsberg dedicó cinco horas de su día a compartir café y consejos con los viandantes. Gratis. Muy genial. Muy como él. 

5. Haz algo absurdo: Que quizás no lo sea tanto. Mira a David Lynch.

Imagen subida a Follow your own star por la guapa de Celina