“El único sitio donde el éxito viene antes del trabajo es en el diccionario”. Vidal Sassoon.

La estrella de Vidal Sassoon apareció de noche, en medio del desierto israelí. A sus veinte años, este británico de origen judío que cambió el mundo con un par de tijeras -el capilar por lo menos-, contemplaba el cielo en busca de una luz.

Su luz.

Israel, 1948. Sassoon tenía 20 años cuando se alistó como judío en la Haganá para luchar en la guerra. El desierto entonces le pareció un lugar imponente.

Una noche, envuelto en la arena y el frío del desierto, Sassoon miró  a las estrellas y se acordó de su infancia, del abandono de su padre a los 3 años, de su paso por el orfanato porque su madre no podía hacerse cargo de ellos, de su vuelta a casa… Y de aquella visión que su madre tuvo una noche:

- “Serás peluquero”

A su corta edad, manejar unas tijeras era lo que Sassoon mejor sabía hacer. Raymond Bessone había sido su mentor, y Sassoon miraba a las estrellas y se preguntaba a qué se dedicaría de mayor. Y si de verdad tenía que ser peluquero:

-“O cambio de profesión, o cambio yo”, pensó entonces.

Decidió cambiar él.

Él, el peluquero que encontró la libertad escondida tras las facciones de millones de mujeres, tardó 9 años en encontrar lo que andaba buscando:

-”Algunos días me enfadaba tanto al ver que el resultado no coincidía con lo que iba buscando, que terminaba de cortar y lanzaba las tijeras. Luego me iba a caminar. Las clientas estaban contentas, pero yo no. Entonces reflexionaba por mi cuenta, me tranquilizaba y volvía de nuevo al salón. Mientras cortaba cabellos y más cabellos, seguía buscando ese algo “completamente distinto” que llevaba dentro.

Al final, Sassoon encontró lo que buscaba. Y fue mágico. Sus cortes inspirados en las formas geométricas de la Bauhaus se convirtieron en la sensación de propios y ajenos.

En 1957, un Bob fue el complemento de Mary Quant en la presentación de su revolucionaria minifalda. Poco después llegaron el salto a Nueva York y los halagos de la prensa:

-”Recuerdo estar cortándole el pelo a Mia Farrow para “La semilla del diablo” con todos los fotógrafos y periodistas alrededor. Fue todo muy crazy”.

La vida de Sassoon no estuvo exenta de desgracias y dificultades. La muerte por sobredosis a los 33 años de su hija mayor quedó para siempre marcada en su corazón:

-”La vida no es un cuento de hadas”, afirmó Sassoon.

Él, el hombre que se definió a si mismo como un ”rockstar, un artista y el artesano que cambió el mundo con un par de tijeras” falleció en Los Ángeles, el 09 de Mayo de 2012, pero su forma de concebir el cabello estará siempre con nosotros.

Si quieres conocer mejor la vida de Vidal Sassoon, aquí tienes The Movie