Al acabar la conferencia, el chico de mirada pausada se acercó y me dijo:

- “Vengo a preguntarte: Y el libro, ¿para cuándo?” 

Y yo, que llevaba algunos meses pensando en ello, le dije: “Lo sé, lo sé. Es el momento de crecer”. 

A veces creo que es posible invocar a las buenas personas. Si lo deseas mucho y trabajas por ello, aparecen en tu vida. Y te abren puertas.

Aquella tarde, el chico de mirada pausada me ayudó mucho con su conversación: “Es importante escoger una idea fuerza y trabajar sobre ella”.  Y luego añadió: “Si el título te cabe en una servilleta, ya puedes empezar”. 

El 5 de Mayo de 2012 me desperté de madrugada. Tenía un titulo. Me levanté, fui a la cocina, cogí una servilleta, lo escribí y se lo envié al chico de mirada pausada, a ver qué le parecía.

Le pareció muy bien.

Lo siguiente que hice fue tratar de escribir un libro. Hice un esquema, me marqué un horario y comencé. Comencé a escribir y escribí durante dos meses seguidos, hasta que me di cuenta de que estaba resumiendo todos los libros interesantes que había leído hasta la fecha.

Me sentí como la Wikipedia.

Y paré.

Vivimos tiempos de cambio, sí, pero el cambio es todavía la punta de un iceberg, y el efecto sandwich de la colisión entre lo viejo y lo nuevo nos tiene a muchos medio-atrapados.

Un bloqueo y un par de meses después, tomé una decisión:

“Compartiré mi proyecto en la Red. Y será la Red quien me ayude a levantarlo. Serán todas esas personas que me han ayudado a llegar hasta aquí las que me ayudarán a llegar hasta allí. Y cuando lo consigamos, cuando el proyecto sea grande y sea real, entonces podremos decir, con la consistencia que dan los hechos, que hay esperanza, hay esperanza para los que no tenemos nada pero lo tenemos todo”.

La historia de hoy en Cowbird está dedicada al talento. A los dones que todos nosotros tenemos, y que en este nuevo escenario de la Economía Creativa son susceptibles de convertirse en nuestro modo de vida. Si tienes dudas en torno a esto, Risto Mejide se encarga de resolvértelas.

¿Cuál es tu don? ¿Qué es lo que más te gusta hacer en el mundo? ¿Qué dicen los demás que se te da bien hacer?

Si tuvieras que trabajar en fines de semana, por la noche, y a deshoras, ¿qué te gustaría estar haciendo? No se trata de pensar qué quieres ser de mayor, sino de descubrir cómo quieres vivir, a qué te gustaría dedicarle todas tus energías, tu talento, tu esfuerzo.

Hay una cita de Daniel H. Pink que me gusta mucho, una cita que dice así:

Los protagonistas de la Era Conceptual serán “tipos diferentes con un tipo muy distinto de mentalidad: creadores y empatizadores, reconocedores de patrones y dadores de sentido: artistas, inventores, diseñadores, narradores, cuidadores, consoladores y pensadores con visión global”.

Yo quiero ser una exploradora y contar historias. Quiero vivir del cuento, de verdad que sí.

Y tú, ¿a qué quieres dedicarte?

No sé si es un buen o un mal momento. Yo sólo sé que es el momento.