Robert Frost fue un poeta americano de apellido frío, cuerpo rural y corazón melancólico.
Considerado uno de los fundadores de la poesía moderna de su país, en 1912 Frost viajó a Inglaterra y contactó con poetas de fama como Lascelles Abercrombie, que fue un apellido de escritor antes que una marca de ropa sometida a un crítica viral.
Su bello poema “The road not taken“, dice así:
“Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo, y apenado de no poder tomar los dos/ siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie/ mirando uno de ellos tan lejos como pude/ hasta donde se perdía en la espesura.
Entonces tomé el otro, imparcialmente. Y habiendo temido quizás la elección acertada/ pues era tupido y requería uso/ a pesar de lo que vi allí, hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente, Oh! Habría guardado aquel primero para otro día! Aún sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante, dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro de aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, yo tomé el menos transitado
Y eso hizo toda la diferencia”.
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Austin Kleon, conocido como el escritor que dibuja, es autor de “Steal like an artist”, un libro sobre creatividad que te hará sentir como un artista. Si te interesa leer una reseña, la encuentras en este link.
Austin Kleon y Robert Frost no tuvieron el placer, pero ambos tienen en común que caminan. O como dice Kleon:“Deja que el acto de hacer cosas y sacar trabajo adelante te ayude a comprender quién eres en realidad”.
Austin Kleon y Robert Frost no dedican mucho tiempo a profundizar en el “qué”, sino a insistir en el “cómo”, ése que lleva de la elección a la acción, de la idea a la ejecución, del paso al viaje.
Robert Frost fue un artista, Austin Kleon recomienda robar como tal.
Los dos tienen en común que caminan en compañía: ”Todos los buenos artistas comprenden que nada viene de la nada. Todo trabajo creativo se basa en aquello que le precedió. Nada es completamente original (…) Algunas personas encuentran esta idea deprimente, pero a mí me llena de esperanza. Como escribió el autor francés André Gide, “Todo aquello que debía decirse ya se ha dicho, pero como nadie estaba escuchando, debemos contarlo de nuevo”.
Ellos, los artistas, nos enseñan que la duda es también camino, senda que nos ayuda a estar alerta, a aceptar que algo no encaja, a tener paciencia, a perderse para encontrarse, a volver sobre nuestros pasos, a cerrar los ojos y escuchar el sentido del bosque:
“Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, yo tomé el menos transitado/ Y eso hizo toda la diferencia”.
Fotografía: La estrella de Mikel