Ignacio es artista. Fotógrafo, en concreto. Un día decidió renunciar a su trabajo y comenzar un viaje en busca de aventuras. El destino le llevó a Nueva York.

Caminando por sus calles, Ignacio vio a una pareja besándose y se le ocurrió una idea: fotografiar ese instante sublime.

Y así fue como nació 100 World Kisses.

Desde entonces, Ignacio fotografía besos. A centenas, además. Después de viajar a ciudades como Nueva York, Londres, Berlín, Barcelona, París o México, el fotógrafo está ahora mismo en Tokyo, intentando arrancarle a los tímidos nipones los últimos siete besos que le quedan para alcanzar su objetivo.

Hoy, en Follow your own star, rendimos tributo a la estrella de Ignacio, el chico que recolecta besos de amor.

1. LA CREATIVIDAD, COMO EL AMOR, ES UNIVERSAL: Todos somos creativos, y a todos nos gusta querer y que nos quieran. Para demostrar lo primero se han puesto en marcha experimentos como el de Ignacio, 100 World Kisses. Comprobar lo segundo es muy fácil: basta con observarnos un poco para ver lo bien que todos reaccionamos ante el cariño.

2. EL AMOR NOS HACE VULNERABLES, LA CREATIVIDAD TAMBIÉN: Cuando experimentas algo nuevo, sientes la emoción, quizás un poco de vértigo, cansancio a ratos, incertidumbre tal vez. Las ideas, las buenas ideas, siempre llegan de la mano del riesgo y la experimentación. Lo mismo sucede cuando te enamoras de alguien; de pronto, te ruborizas al pensar en esa persona, te preguntas si será mutuo o sólo imaginaciones tuyas, y sientes una cierta fragilidad, animándote a salir de tu zona de confort.

 
3. LAS BUENAS IDEAS MEJORAN EL MUNDO, EL AMOR TAMBIÉN: A veces pienso que si todos sacáramos a pasear nuestro lado más creativo y fuéramos un poco más cariñosos, el mundo iría mejor, mucho mejor. Cambiarlo es difícil, pero mejorar nuestro entorno no lo es tanto. Al igual que el amor, la creatividad, esa capacidad para repensar nuestra forma de vida y darle la vuelta a determinados pensamientos, situaciones o esquemas preconcebidos, puede servir para mejorar -mucho- la vida de las personas.


4. LAS IDEAS NO SE IMPONEN Y, COMO EL AMOR, FUNCIONAN POR ATRACCIÓN: Las buenas ideas son como las buenas historias: juegan con elementos de-pull (atracción) en lugar de -push (presión). Con el amor sucede algo parecido: no le gusta que le fuercen, no le gusta que le impongan, no le gusta que le exijan. ¿Serán las personas especialmente creativas especialmente originales en el amor?

5. EL AMOR NECESITA SUS ESPACIOS, LA CREATIVIDAD TAMBIÉN: La palabra despacio contiene a la palabra espacio, y me gusta porque me recuerda que algunos vacíos son buenos. Cuando estamos ocupados, -todos el tiempo y mucho-, no dejamos hueco para que suceda nada más. De la misma forma, para que nuestras relaciones con los demás funcionen, necesitamos preservar cierto espacio personal.

Los espacios que sirven para experimentar, probar, cultivar nuestro yo interior mejoran nuestra creatividad. Y son un precioso jardín secreto donde cultivar el amor. Las prisas nunca fueron buenas compañeras de la creatividad, y tampoco lo son del amor, que necesita de tiempo, espacio, -físico y temporal- y una cierta predisposición.

¿Qué es un beso? Escribió ayer Ignacio en su Countdown de Japón. “Un beso es el puente entre dos almas”. 

Toda la suerte del mundo con tu proyecto, Ignacio.

Más información y créditos fotografía: 1000 World Kisses