Al cruzar la esquina del paseo marítimo que lleva al Castillo de San Gabriel en Arrecife, la capital de Lanzarote, tres hombres sentados bajo una carpa improvisada conversan bajo una tarde de lluvia intermitente.

Hace tanto que no veo a gente sentada en la calle charlando que paro a hacer una foto.

-Señorita, ¿para qué es esa foto?

Melchor es gallego, llegó a la isla en 1985 y es de los de sacar el Evernote y ponerse a grabar, pero me había quedado sin batería en el móvil.

- Un día estábamos aquí todos sentados mirando las chicas bonitas como tú pasar hasta que llega uno y nos dice: -Eh, no mires. Y yo me enfadé y le respondí: -¿Sabes cuál es el órgano del cuerpo que nunca envejece?


Melchor levantaba el brazo y me miraba fijamente mientras hablaba, y la ceniza del cigarro le caía sobre la pierna izquierda, y yo primero pensé que igual se refería al corazón, por aquello de que siempre se puede querer más, pero luego me di cuenta de que no por los infartos, y entonces Melchor resolvió el misterio: -Es la niña bonita de los ojos. Porque de mirar bien uno nunca se cansa.

Luego, aquel gallego sin pelos en la lengua me contó muchas otras cosas, como por ejemplo que Franco y Fraga vinieron en 1963 a inaugurar el centro cívico ahora convertido en biblioteca, el único lugar de la capital con baño público donde ahora quedan todos los días.