En el barrio de Norrebro, una noche de invierno, en esas de las que las que llueve tanto que no más allá de dos centímetros de lejos. Estaba esperando a una amiga y dí con esta estrella de frente. A mí, me recuerda a una carretera del Oeste, pero no, esto es el Este.
¿Que más da? Hubiese entrado en cualquiera de los dos a tomarme una cerveza si se hubiese dado la situación. Que vivan las estrellas en la carretera, sea dónde sea que se éstas encuentren.