Veníamos mi hermana María y yo de Montréal, nos quedábamos en Nueva York tres días. Por aquel entonces yo vivía en Canadá y me enteré de que mi ella estaba embarazada poco antes de venir a verme en este viaje.
Mi hermana tiene 3 años más que yo 29, y es el primer pequeño en la familia, cuando vino de 3 meses, yo no me lo podría creer, tenemos prácticamente el mismo cuerpo, pero ella empezaba a tener barriguita.
Paseando por las calles del Uper East Side, vimos una tienda de juguetes, tiendas en las que yo hasta la fecha no consideraba invertir más de 5 minutos de mi tiempo. Ese día estuvimos un rato largo, mirando, jugando y preguntando por todo. Pues ya nos imaginábamos esos juguetes en casa.
De repente, miro a la ventana, y esto es lo que vi, un cielo de estrellas, estrellas de papel en el mágico Nueva York, en ese momento y siempre.
Les hice una foto, pensado en Belén y en poder aportar algún día, no un granito de arena pero si una pequeña estrella, a su gran constelación. Cada día más grande, cada día más cerca…
Cada día más grande, cada día más cerca, pero siempre de la mano de las estrellas que nos alumbran. Gracias Ele.