Aprendiendo a amar el gris

Aprendiendo a amar el gris


 

Facebook es un poco de color rosa.
El telediario ultimamente es de color negro.
El cielo en Pamplona empieza a estar gris.

Y yo llevo días pensando en la palabra “bailar”

Sí.

Entre el oscuro casi negro del telediario y el momento fantástico de Botín tiene que haber una ventana donde aprender a amar este cielo gris petróleo que hace posible un otoño tan bello.

La lista de culpables del cuadro butifarra -todo blanco o todo negro, según el tipo de pantalla-  se parece a una partida de Cluedo:

A la pregunta de “¿dónde está el problema?”,  aparecen cinco sospechosos:

El lugar: que cuando es el campo vaya aislamiento, que cuando es la ciudad vaya ruido, que cuando es Madrid quién estuviera en Berlín, y así sucesivamente.
La compañía: ese come and rescue me que tanto se aplica en la Banca pero nunca llega a materializarse en nuestras vidas, a no ser que creas que el agente de Iberdrola que está llamando a tu puerta puede ponerte algo más que el contador al día.
Los medios: que si yo tuviera o tuviese ya verías tú.
El momento: Menos para los clientes de Vodafone, para el resto de mortales nunca es nuestro momento. Así, sin pensarlo mucho, siempre parece pronto -o demasiado tarde. El tema pinta difícil -o está tan tirado que eso lo hace cualquiera-, yo soy joven -o muy mayor ya-, este bebé es deseado pero tampoco había tanta prisa y… Si Vodafone diera puntos por acumular momentazos, la vida sería una conversación animadísima.

Hace meses leí:

“Para él la mitología era “la canción del universo”, la “música de las esferas”, música que bailamos incluso cuando no sabemos el nombre de la canción”. Bill Moyers.

Y ayer:

“En el tipo de mitos que más disfruto, la misión no la encuentras tú, sino que te encuentra ella a ti. Uno elige, sin más ambición que la de encontrar a alguien que quiera jugar contigo, y pocos años después, te sorprendes al ver cuánta gente ha venido a jugar contigo, y cuánta gente se ha animado a jugar su propio juego con el tuyo”. Joe Lambert.

 

Facebook es de color rosa. El telediario es de color negro. Y yo llevo varias citas recopiladas que dicen que vivir se parece a bailar.

Perdón, que te pisé sin querer.

Fotografía de Martín Modernel, subida desde Montevideo.

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