Las ideas son como los sentidos: hay que tener buen ojo, tacto y visión, narices y buen gusto para sacar adelante un proyecto creativo.
En su libro “Psicología para creativos”, Franz Berzbach recoge cinco fases del proceso creativo, propuestas por el científico y profesor de psicoterapia Rainer Holam-Hadulla. Conocerlas puede ayudarnos a crear más y mejor:
1. Preparación, preparación, preparación: Cuando se trata de preparar, más es menos, e incluye 1) escuchar atentamente el encargo recibido 2) acumular y recoger toda la información que necesitamos para poner en marcha el proyecto y 3) dedicar tiempo a reflexionar sobre la estrategia que vamos a seguir: “Esto requiere paciencia, y ser paciente resulta más difícil cuanto mayor es la presión del tiempo”.
2. Libera ideas, y luego delibera sobre ellas: “El desafío psicológico consiste en conseguir liberar una idea. El trabajo y el estrés dificultan este proceso, que exige tranquilidad, (pero) la calma y la tranquilidad son facultades psicológicas que pueden entrenarse”. El autor pone el ejemplo de David Lynch, que dedica todos los días un tiempo a la meditación.
3. El momento Eureka!: Berzbach, como buen alemán, está más a favor de calentar la silla que esperar la iluminación: “En la mayoría de los casos apenas percibimos el proceso por el que llegamos a desarrollar una idea, ya que avanzamos lentamente y además, de modo inconsciente”. La prueba, el error y la constancia son la base de ese momento Eureka, así que … Keep calm y calienta la silla.
4. Incluir la decepción en la ecuación de la creatividad: “Hacer realidad una idea encuentra a menudo resistencias tanto internas como externas. Exige perseverancia y paciencia, (…) capacidad de conocer los caminos erróneos, admitirlos y, aún así, no tirar la toalla”. Para ello, el autor recomienda juzgar nuestras ideas como si no fueran propias, con la distancia que da la crítica, la constructiva, ésa que nos ayuda a mejorar lo presente y seguir adelante.
5. El arte de contrastar: Cuenta Berzbach que el reloj se inventó en China en el siglo XIII, pero “como nadie le vio ningún provecho, la innovación quedó relegada al olvido. Hubo que esperar doscientos años para que los misioneros occidentales volvieran a introducir ese descubrimiento en China”. Espero que a nosotros no nos lleve doscientos años, pero en cualquier caso 1) el feedback es necesario en cualquier proceso creativo 2) y hace falta tiempo, valor y apoyo para que las ideas salgan adelante.
Por eso, brillar juntos es lo nuestro.
Fuente: “Psicología para creativos- Primeros auxilios para conservar el ingenio y sobrevivir en el trabajo”. Ed. Gustavo Gili, Barcelona 2013.
Fotografía destacada subida por Ángel Sanz a Follow Your Own Star
Me ha encantado el “Keep calm y calienta la silla”
Marta Falcón, ahí vamos ;PP