Hace un año me encontraba yo explorando un barrio de nombre Mission, rodeada de un mar de máscaras, danzas y piruetas, negro sobre blanco, plumas y piel, mucha piel.

Era la noche de Halloween, estaba en San Francisco.

Hoy, un año después, lo que más exploro es la biblioteca de una ciudad que pintxa. La calle con más glamour está llena de libros de Economía de Empresa, y el bullicio exterior ha sido sustituido por el ruido que hacen algunas suelas al pasar.

Es increíble lo mucho que las cosas pueden empeorar en tan poco tiempo.

No. Es broma. Por Todos los Santos.

Dicen que hay un tiempo para vivir y otro para hacer que las cosas sucedan. Si no me equivoqué de fiesta, yo me encuentro en el segundo escenario, sin mucho tiempo muerto y con Todos los Santos de mi parte, al menos por la parte que me toca. ¿Tú también echas de menos a alguien?

Eh, Halloween no es una americanada, es una tradición de origen celta. Y Moderna de Pueblo lo sabe.

¿Cuál es tu plan de hoy? Yo por Todos los Santos me voy a cenar chino a casa de unos amigos cuyo hijo piensa que en realidad soy la babysitter. Imagínate. Por eso no me voy a disfrazar. Bueno, por eso… y porque no me gusta.

Estos días son de calabazas. Si todavía no has probado la crema al curry, te aviso que está de muerte.

Feliz Día de Todos los Santos