La luz de la ventana se colaba entre sus rizos.
Recién llegada del mar, con el pelo mojado y todavía en bañador, María y yo hablábamos de las clases de yoga.
A María le intrigan mis clases de yoga.
- “¿Hay clases de yoga para niños?”, preguntó.
- “Seguro”, contesté. “¿Es que te gustaría aprender?”
- “Sí”, respondió. ”Quiero aprender a flotar en el aire”.
Sentadas en el suelo, María y yo probamos a hacer algunos ejercicios. A ella le entró la risa. A mí también.
Entonces, hizo una pausa breve, me miró seriamente y preguntó:
- “¿Tu profesora de yoga flota?”
(…)
¿Por qué los niños flotan, y a los adultos nos cuesta más?
“Cada uno de nosotros ha nacido con dos series contradictorias de instrucciones: una tendencia conservadora, hecha de instintos de autoconservación, autoengrandecimiento y ahorro de energía, y una tendencia expansiva, hecha de instintos de exploración,de disfrute de la novedad y el riesgo. La curiosidad que conduce a la creatividad pertenece a esta última. Si no la cultivamos, puede languidecer”. Mihály Csíkszentmihályi, en “Creatividad”.